Parejas: KyuMin/Varias.
Tipo: Yaoi. AU
Género: Drama, lemon, romance.
Clasificación: NC-17
Advertencias:Por el momento no me viene a la mente alguna, en caso de que resulte les avisare.
Descripción: ¿Qué pasa cuando juntas al mejor Actor y al Idol más cotizado para hacer un dorama? pero no cualquier dorama, un dorama que romperá los esquemas, un amor prohibido dos chicos jugandoselas por el amor, pero sera tan fácil como aparenta, ¿sera solo una actuación?, para ambos la compañía del otro les resultara de su agrado, pero sobretodo ¿Qué pasa cuando lo dejas todo a manos de una completa fangirl adicta al porno gay? Esto y mas son cosas que pasaran en esta alocada y amorfa historia, donde el drama estará a la orden del día, pasados, presentes y futuros inciertos, sentimientos viejos, sentimientos nuevos, una dosis de alegría y una de adrenalina inundara los corazones de nuestros protagonistas.
Comentario del Autor/a: Ok, me deje ir jajaja, lo siento, es que no me pude resistir! soy una maldita adicta al joy! asaasgdahgda dije No mas! y aquí esto XD, esta historia es completamente mía, cada punto, coma y signo de admiración salieron de esta amorfa y demente cabecita -se señala a sí misma- las invito a acompañarme nuevamente en una aventura, se que iba a actualizar lo pendiente, pero si lo haré, de hecho ya en estos días los subo, pero hoy me llego la inspiración de esta historia que desde hace tiempo tengo en mente, espero sea de su agrado el primer capitulo, y sobretodo que la idea e iluminación celestial no me abandone jeje... ahh y también promocionar un OneShot que acabo de postear Ángel negro
De hecho este fic salio de ese shot, me refiero a que la idea comenzó ahí jojo, pero no tiene nada que ver con la trama, a lo mejor y algún punto pero no todo XD...
ok dejo de hablar, sin más aquí les dejo el cap, ahh y por cierto, sorry por el SPAM del doble MP, es que no pensaba postearlo hoy, pero si no lo hacia después ya nunca salia a la luz-.- DEDICADO A QUIEN LO QUIERA...
Primer Acto
-¡Parece un ángel negro! –exclamo una. –Si quiere que me lleve con él al mismo infierno, no me importaría arden en sus brazos.- rió mientras alegaba.
-Es un Dios- contesto otra sonriendo picara muy segura de ella mientras la otra le coreaba.
El cotilleo era rutinario en aquella empresa, los Idols y actores iban y venían, presentación tras presentación, días ajetreados con rutinas del demonio, pero no por ello le quitaba la delicia de ser adorado, ese era el pensamiento de nuestro chico, un Idol perteneciente a un grupo, que grupo, los reyes de la ola hallyu eran sus compañeros, y él como uno de los vocalistas principales no hacía más que sonreír enigmáticamente a aquellas pocas afortunadas de verle y adularle ¿Quién era él para negarles el placer?
Sí, un tipo egocéntrico como le quieras ver, pero aun así tenía sus momentos. Aunque tenías que ser muy valiente para poder estar a su lado y no morir en el intento, una persona complicada, podríamos resumirle.
-¡Es tan sexy! – proclamo la tercera suspirando como tonta mientras las otras dos asentían fieramente.
Él chico con una sonrisa de lado les saludo dejando al trío babeando perdidas en esa silueta que poco a poco se alejaba.
***
-¡Hey Min! – una suave y alegre voz se escucho en el lugar- ¡ya llego!
Un chico se encontraba sentado frente a un espejo escuchando música tranquilamente cuando la voz de su hyung se escucho llamándole, curioso volteo a ver qué pasaba y ahí lo vio, frente a él estaba parado ni más ni menos que su hyung y representante sonriéndole alegremente mientras le extendía un pequeño sobre amarillo.
-¡Llego! –exclamo sonriendo –estaba esperándolo desde hace días hyung, tardaste en conseguírmelo eh – sonrió como solo él solía hacerlo cuando se dio la vuelta y contemplo aquel paquete, ese que tenía tiempo esperándolo y al fin lo tenía entre sus manos, nervioso y alegre lo arranco de las manos de su hyung olvidando en donde se encontraba pues la premura le apremia, tiene que verlo con sus propios ojos para saber que es real, que al fin lo tiene y ahí estaba. –¡Oh! – un susurro salió de sus labios acorazonados, mientras una sonrisita ilumina su hermoso rostro, sonriendo con nostalgia contempla el objeto, mientras con sus dedos le acaricia como si de un tesoro se tratase.
-Hyung –llamo al chico que permanecía de pie observándole a distancia para mantener su privacidad.
-¿Dime? – cuestiono acercándose lentamente.
-Esto – señalo al objeto – queda entre nosotros, Ok- con una mirada seria pero de complicidad le pidió a su hyung.
-Promesa. – sello el mayor sonriendo ante la ternura del menor que permanecía sonriendo mientras sus ojos brillaban ante lo que tenía enfrente.
-No puedo esperar a escucharlo- murmuro, pero llego a los oídos del mayor quien inmediatamente contesto.
-Sera mejor que esperes para cuando estés en casa pequeño, creo que ya llego, está subiendo ahora mismo.- termino de informarle, y esa cálida sonrisa pronto se transformo a una seria.
-Está bien.
-Min, ¿Estás seguro de esto?- con algo de temor cuestiono, su lado paterno no podía dejar de cuestionarle si estaba seguro de lo que el mayor estaba haciendo. Y su instinto de protegerle nunca se alejaba de él.
-Puedo con esto- respirando hondamente contesto.- puedo con esto.
Minutos después se escucha que alguien toca la puerta, sacando al chico de su ensueño, rápidamente coloca el objeto en su mochila y le indica a su hyung que abra la puerta.
-Ya llego por quien lloraban hermosas- esa voz, inmediatamente reconoció esa fastidiosa y ególatra voz, Oh Dios como detestaba al chico, maldito egocéntrico – pensó para sus adentros mientras le dirigía una mirada tranquila y calmada.
-¡Llegaste!- no fue una bienvenida, más bien era un fastidio tenerle cerca.
-Me extrañaste hermoso- bromeo mientras recorría el lugar con su mirada y le indicaba al manager que les dejaran solos. El cual dudo pero al ver al rubio asentir accedió.
-Imbécil- murmuro.
-¿Dijiste algo? – cuestiono sonriente, consciente de que al otro no le era de agrado su presencia.
-Yah! Porque te haces el difícil si te mueres por mi – se burlo el castaño mientras se sentaba en la silla que anteriormente el otro estaba ocupando quien permanecía de pie dándole la espalda. –Ademas, deberías considerar todo un honor el tenerme como compañero, ¿lo sabes?
-Pero si serás idiota, no te creas tan especial,- contesto el mayor retándole con la mirada su paciencia no era mucha.- no porque tengamos que hacer este estúpido dorama juntos significa que puedes venir y decirme esa bola de tonterías, ubícate y entiéndelo, - hablo aun con la voz serenada pero con clara advertencia en sus palabras -no me agradas, me chocas, es más te odio, así que deja de joderme y no me hables más que para lo estrictamente necesario, entendiste. – concluyo el rubio mientras contemplaba al menor que sonreír de lado ignorando sus palabras, así era siempre.
-Di lo que quieras hermoso, pero sé que te mueres por tenerme en tu cama.- orgulloso de sus palabras el chico sonrió de lado y le mando un beso al rubio, dejándolo con la palabra en la boca. “pero que se cree este tonto” pensaba el mayor “¿morirme por tenerlo en mi cama?” Ja, ya quisiera que al menos tuviera una fantasía erótica con él, estúpido egocéntrico.
-¿Estas muy seguro de ti no?, idiota.
-Ser bueno, no es sinónimo de ser idiota, ser bueno es una virtud que algunos “idiotas” no entienden. –se burlo.
Iba a protestar pero un par de chicas encargadas de maquillarles se encontraban frente a ellos comenzando a hacer su trabajo. Suspirando de pesadez lo único que podía hacer era sentarse e ignorar al “Señorito perfecto” y colocándose sus audífonos retomando aquella dulce melodía que día a día le transportaba a un nuevo mundo y hacia latir su corazón se dejo llevar Ignorando ese pensamiento que siempre le reclamaba el maldito día en que acepto ese papel.
A quien jodidos se le ocurre dejar a una directora extranjera dar rienda suelta a su lado fangirl y dirigir uno de los más grandes proyectos de toda la KBS.
Era un riesgo y muchos lo sabían, pero era algo que estaban dispuestos a hacer. Y él Lee SungMin como actor consolidado y de gran renombre fue el escogido, no le pusieron muchas opciones de negarse, fue un contrato más bien… “Voluntariamente a fuerzas”
Flashback.
Pero como él, el actor más codiciado y proclamado de toda corea podía rechazar esa oferta, al principio le pareció algo interesante, podría decirse que hasta se fascino de la idea, pero cuando se entero quien sería su co-protagonista un balde de agua fría le cayó encima.
-¿Estas bromeando verdad?- exclamo el rubio que estaba sentado en aquella oficina junto a su manager hyung que le acompañaba en sus citas de contratos y proyectos nuevos, frente a él una chica permanecía serena pero sonriéndole negando.
-Yo no juego, y menos con esto, cariño.- sonrío, deleitándose la pupila con las muecas de fastidio que ante ella se creaban.
-Se que no son muy cercanos, pero tienes que entender que así es como pidieron, los papeles ya están escogidos, y tu firmaste un contrato en donde se estipulaba que aceptabas el papel, ahora no te puedes echar para atrás ¿entiendes?
-Pero nunca dijeron que tenía que hacer un papel de este género.
-¿Qué tiene de malo el género?- cuestión fingiendo inocencia.
-¿Qué, qué tiene de malo? Es una jodida novela homoerotica, dijeras es sólo homo, entiendo es un papel y un gran reto, pero ¿tener que hacer escenas de sexo y luego con ese estúpido? como diablos iba a saber yo que me estabas haciendo firmar mi sentencia de muerte, sabes lo que pasara cuando den a la prensa la noticia, estoy perdido, y lo peor...
La chica permanecía restándole importancia al rubio – tsk, detalles, tú que te fijas en eso.
-¿Detalles? Deja de joderme con esto Sakura, me mentiste! –exploto el chico.
-SungMin, tranquilo – su manager le trataba de tranquilizarle. – Recuerda que estas frente a la directora del proyecto…
-Y tu jefa, hermanito – sonrió la chica, -Ok, comprendo que te omití algunos detallitos – SungMin la fulmino con la mirada- Ok detallotes de la historia, pero entiende, es un proyecto donde esta invertido una gran capital, este proyecto tiene una gran expectativa, hay muchos involucrados, no puedes echarte para atrás ahora, Min, sé que me equivoque – comenzó el momento manipulación – pero entiéndeme conejito, - haciéndole ojitos comenzó a moquear, eso nunca le fallaba, el corazón aunque frío y de acero de su hermano aun solo con ella era desmoronado en un parpadeo- es algo muy importante para mí, si esto se viene abajo entonces que será de mí, que será de nuestra empresa, que será de todos mis hijos.
-Nonna, tú no tienes hijos – entrecerrando los ojos vio como la chica se hundía en hombros.
-Pero puedo tenerlo, uno nunca sabe, quieres dejarlos en la ruina, quieres que tus futuros no natos sobrinos padezcan de hambre, en frió, que vivan bajo un puente, que trabajen en una mina de carbón toda su dulce y tierna vida, ¿quieres eso? Además no me digas Nonna. soy más joven que tú, que tu seas un vampiro traga años no implica que seas menos viejo ja- la chica alegaba y alegaba mientras SungMin bufaba para sus adentros.
-Aquí ni hay eso Sakura, no seas dramática.
-Minniee~ - otro puchero más y caería- Minnie~ hazlo por mí, anda ¡sí!
Sabía que se arrepentiría de eso pero ya no podía dar marcha atrás. Esa tonta siempre le conseguía persuadir y si no accedía no quería averiguar que más haría, aquellos recuerdos de las incesantes veces que no dejo de decir “Minnie~ Minnie~” hasta que quedo todo mareado de tanto escucharle, era mejor acceder ahora o padecer a la chica durante todo lo que le restaba de vida.
-Está bien… - accedió al fin- pero…- la chica estaba por brincar de alegría haciendo su señal de triunfo cuando el mayor interrumpió. –¿tiene que ser él? – con pesar pregunto, sabiendo la respuesta.
Sakura se torno seria y contesto.- Sí, no era algo que podía negar, los socios aprobaron el proyecto sólo si se tenía a ambos, él mejor actor en toda corea –señalo a SungMin- y él Idol más aclamado – señalo la fotografía que sonriente le saludaba ignorante a lo que el rubio pasaba.
-Entiendo.
-Min…- hablo – se que no es santo de tu devoción, pero por favor, sólo por esta vez, sí, te comprare todo el porno que quieras, todos los dulces que gustes, todos lo que me pidas pero trata de llevar la fiesta en paz, ¿sí?
-Sabes que a mí el porno no me interesa, ese es Teukie,- sonrío dándole un codazo a su amigo y manager que permanecía hasta este momento escuchando.
-Oye!, pero que te pasa, ni te hagas el puritano que bien que me las robabas a escondidas cuando me iba eh- hablaba sonrojado, la chica reía como loca y SungMin aun más sonrojado que su hyung no sabía ni dónde meterse.
-Eish… por una vez que lo hice ya me encasillas jum!- haciéndose el ofendido continuo el juego, rompiendo la tensión y el incomodo momento entre risas las cosas avanzaron.
EndFlashBack
-Maldita Nonna- murmuro de sólo recordar como la ¨mocosa¨ como le decía de cariño a su hermana de otra madre le persuadió de que aceptara o si o si…
Y ahí estaba, sentado frente al enorme espejo esperando su llamado, la sesión de fotos para la publicidad estaba siendo iniciada en ese momento, aquel proyecto que lo consolidaría como uno de los mejores actores en toda corea, tenía que estar muriéndose de alegría, pero no lo estaba, frente a él, el reflejo de aquel chico lo trastornaba. La sola presencia de él le ponía los nervios de punta, ¿por qué chocaban? Simplemente eran polos opuestos, además el chico le encantaba regodearse en su egocentrismo y a él eso le hastiaba, decía “es su vida, a mi que me importa” siempre se repetía pero el chico hacia hasta lo imposible por metérsele entre ceja y ceja, desde que se entero que él sería su pareja no a dejado de molestarle insinuándosele, claro está que solo lo hace jugando, pero a él le choca este tipo de bromitas, de por sí la historia en cuestión trata de una novela homoerotica con demasiado romance hormonal, y ese pequeño engendro de satan no le pone las cosas fáciles, no es que se considere homofóbico, es cuestión que estar precisamente de pareja de ese chico no era lo que esperaba, por lo menos un poco de seriedad al asunto pero era un completo vago, llegando a la hora que se le metía en gana, haciéndole esperar y a SungMin nadie le hacía esperar.
Simplemente le exacerbaba su compañía. El por qué era cosa que no quería hablar.
La música poco a poco le transportaba, esa canción era como un bálsamo para su corazón, siempre que se deleitaba escuchando esa voz de ángel su corazón vibraba, pero ese era su pequeño secreto y nadie se podía inmiscuir en su paraíso personal.
Grave error.
Ese engendro se las arreglaba para ni un segundo dejarle respirar, no entendía como ese chico llegaba a ser tan irritante, siempre sonriéndole como si fueran los mejores amigos, como si entendiera lo que pasaba en su mente, siempre burlándose, causándole dolores de cabeza, sacándole de quicio, y como si lo hubiese invocado, un murmullo se comenzó a hacer cada vez más fuerte.
-Es hora.- la voz del interpelado se escucho sacándolo de sus cavilaciones, respirando hondo y pidiendo ayuda celestial, se levanto...
-Lee SungMin, Cho KyuHyun a escena. – la voz de la directora se escucho de fondo, volteando SungMin contemplo a su tormento personal sonreírle mientras le guiñaba un ojo.
-Vamos?- invito, respirando hondamente se coloco su mejor mascara y sonriendo como sólo el solía y sabía hacer asintió y se encamino entre las personas.
-Que el show comience.
Continuara...
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