OneShot "La leyenda del pez y el mono"

 La leyenda del pez y el mono

"I'm going to meet you”. 

(Voy a reunirme contigo)


Parejas: EunHae

Tipo: Yaoi

Género: Angst, AU, OTP y como no puede ser triste también hay  WAFF

Clasificación: {G}.

AdvertenciasMuerte de un personaje

Comentario del Autor/a: HECHO CON MUCHO AMOR Y CARIÑO, ESPERO SEA DE TU AGRADO!! 

Disclaimer: Nada es mio jaja salio de mi cerebro jojoo

Dream high




Le doy gracias a Dios por tu amor, "Dios te dio la vida por amor, tú amas la vida por vivir, si en realidad tú amas, eres capaz de dar la vida por amor hasta morir" Daniela Cifelli











Cuenta la leyenda que un pequeño pez envidiaba a un monito, todos los días lo veía bailar entre las lianas, saltando de un lado a otro, disfrutando de la libertad del amplio zoológico jugueteando con el mapache y molestando al tierno conejo con cola rosada, veía a lo lejos como ese trió se divertía, mientras el iba y venia de un lado a otro, siempre nadando en círculos, alguna que otra vez en diagonal, quizá en zic zac, pero siempre era el mismo recorrido durante el día, su única compañía en ese pequeño estanque era en las noches oscuras, su amiga la luna, quien lo arropaba bajo su mato de luz, se divertía danzando con ella, jugaba a atrapar los delgados rayos de luz que se le escapaban, platicándole, contándole sus secretos, sobre todo, del tierno mono cuyo pelaje brillaba con los rayos de sol que lo acariciaban, al igual que la brisa del suave viento, como lo deslumbraba su tierna sonrisa, siempre preguntándose, que se sentiría sentir la brisa jugueteando traviesamente con él. 

-Luna, ¿Algún día podre descubrir por que pertenecemos a mundos diferentes?, como me gustaría no sentir esta soledad, quiero explorar que hay mas allá de este estanque, sentir la libertad de mecerme entre el suave viento, me gustaría ser como el mono el cual puede ir y venir de un lado a otro, pero se que es imposible por que solo soy un simple pececito .¿Por que es tan inalcanzable mi sueño?, ¿debería dejar de anhelarlo?, quizá...solo quizá debería decirle adiós… le cuestionaba con una sonrisa melancólica, mientras seguía nadando de un lado a otro…Esta solo se limitaba a arroparlo entre sus rayos y repitiéndole lo mismo,

-Quizá si pides con tu corazón, algún día podrás nadar entre la suave brisa del viento y surcar entre las nubes… pero nunca dejes de soñar… Asintió con una leve sonrisa y siguió jugando…

Lo que este no sabia era que todas las noches tenia un acompañante silencioso, que lo observaba maravillado con su belleza, disfrutando con el hermoso panorama que este pececito plateado le daba… disfrutaba verlo danzar con la luna, la cual le brindaba una belleza descomunal, haciéndolo resplandecer en la oscuridad, el cual se hacia los mismos cuestionamientos que el pequeño, 

-¿Por que pertenecemos a distintos mundos?, él no puede vivir sin el agua y yo no puedo vivir en esta…

-El verdadero amor ignora fronteras le susurro entre la suave brisa la Luna
Sin saberlo ambos se limitaban a observarse desde lejos uno envidiaba su libertada y el otro maravillado con su pureza y belleza, embelesándolo noche tras noche sin cansancio… Había un testigo de este sentimiento, la única que lo sabia era su confidente, si esa hermosa luna que le encantaba ver y con la cual jugaba sin cesar.


Todos los días era la misma rutina para ambos, el mono se balanceaba de un lado a otro y jugaba con sus amigos, dedicándole una tierna sonrisa a ese pequeño ser que lo cautivaba día a día, noche tras noche, esperando llegara el atardecer y así mismo a que ese manto estelar los cobijara y esa enorme y brillante luna los alumbrara, en tanto el pequeño pez recorría el estanque de una lado a otro, observando a los seres que se divertían sin percatarse de su soledad, añorando poder compartir con ellos, sus alegrías y tristezas, preguntándose, por que solo el tenia que estar ahí...observando , siempre observando y añorando su sueño se cumpliese realidad… sintiéndose preso en una cárcel de cristalina agua…
Una noche  absorto en sus pensamientos sin darse cuenta se acerco demasiado a la orilla enredándose en unas ramas, atrayéndolo, en cada esfuerzo de este por liberarse hacia la superficie, sintiendo como poco a poco ese liquido vital le hacia falta, luchando desesperadamente con  su captor,  angustiado por su cruel final, comenzó a derramar lagrimas, viniendo a su mente imágenes de ese monito el cual siempre observo envidiando su alegría y libertad, pero mas que nada,  esas lagrimas eran por su angustia de no volver a ver su tierna sonrisa, que día tras día le reconfortaba y lo llenaba de calidez, la cual le hacia sentir que en medio de ese estanque no estaba tan solo como pensaba… dándose cuenta que mas que envidia lo que sentía por aquel ser era un inmenso amor, si amaba a ese monito, amaba su alegría, sus travesuras, amaba verlo sonreír, verlo jugar entre las ramas, lo amaba, si lo amaba…  pero ya era tarde, nunca mas podría volver a verlo... Cada segundo que pasaba, su vida se acortaba, de pronto sintió unas pequeñas manos liberándolo de su cruel captor… cuando por fin se vio libre volteo la vista a su salvador el cual se limito a sonreírle cálidamente, aliviado suspiro al saber que no había perdido  a su pececito,  empujándolo cuidadosamente hacia el estanque,  brindándole una ultima mirada, desapareciendo en la oscuridad…
 -Luna, ¿por qué me salvo?
-¿No te has dado cuenta?  Él siempre te esta cuidando… Contesto sin más.
-De verdad… pregunto asombrado
-Claro... Ese pequeño mono siempre te esta cuidando, nunca te ha dejado solo, deberías estar alegre al saber que hay alguien aparte de mi que siempre te acompaña.
Su pequeño corazoncito latía desmesuradamente por aquella revelación… estaba feliz de saberse querido ya no se sentía solo, por que sabia que entre esa oscuridad ese mono travieso estaría ahí acompañándolo…
Agradecido con su salvador y ahora descubierto amor, le dedico una alegre zambullía entre la oscura y cristalina agua de estanque.


La vida del mono no era como todos creían, si es cierto que se la pasaba de lado a lado brincando y jugueteando, y aunque en el día estuviera rodeado de risas y más, durante las noches la soledad se hacia presente. En una de tantas noches observando plácidamente a la luna algo llamo su atención, un pequeño pez plateado danzaba entre las aguas del estanque, era un baile que  seducía con su perfecciona al espectador… se comenzó a cuestionar
-¿Como es posible que ese pequeño pez que siempre esta solo posea tanta belleza y resplandezca de esa manera bajo la luz de la luna?
Sin darse cuenta ver al pequeño danzar se le había hecho más vital que el aire. Apartir  de esa  noche se sentaba a observar a lo lejos como este jugaba con la luna, quien le alumbraba de una manera tan cálida que lo hacia parecer de otro mundo… En cierto modo sentía envidia de esta, pues aunque estuvieran muy lejanos aun así podía acariciarlo con su luz, El pequeño mono quería tener la oportunidad de proteger a ese ser tan frágil, poder envolverlo entre sus brazos, acariciar su frágil cuerpecito, nadar con el, jugar y reír a su lado, pero sabia que eso era imposible, por mas que quisiera nunca podrían estar juntos, pertenecían a mundos diferentes. Pero aun sabiendo eso nunca dejaría de estar a su lado, siempre procuraría estar cerca por si lo necesitaba, sabiendo que lo único que podía hacer era brindarle su compañía y una cálida sonrisa cada que tuviera la oportunidad…
-Si sintieras lo que yo siento al verte alejado de mis brazos, tenerte cerca pero sentirte lejos… mi alma cae al agua con la esperanza que mi corazón pueda abrazarte. Susurro al viento, viendo la noche caer.



Pasaron los días, siempre que veía al monito sonreír, le correspondía jugueteando  alegremente con el agua,  poco a poco, se hicieron amigos,  El mono por su parte mantenía su rutina, siempre se balanceaba hacia el estanque, no quería dejar ni un solo momento al pez… cuando tenia oportunidad se acercaba y platicaba con él… poco a poco su amistad iba en aumente, el pequeño mono de vez en cuando se sentaba a la orilla del estanque y metía su mano traviesamente para jugar con el pececito, este alegremente movía sus aletas en señal de aprobación…  al fin el pequeño pececito tenia compañía, ya no estaba solo…tenia un amigo con el cual siempre podía contar y no lo dejaría solo en esos días donde tenia que esperar pacientemente a que callera la noche y por fin encontrarse con la luna, para tener una amena y agradable charla… Encontrados el uno al otro en un solo sentimiento que se expresaba con una simple sonrisa  pero llena de amor y comprensión.
Sin  querer estar juntos se había hecho mas indispensable que su propio oxigeno respectivamente, no  había un día donde no vieras al mono juguetear con el mapache y el conejo sin que estuvieran lejos del estanque…

Todo en esta vida tiene que tener un fin…
Una cálida noche donde la luna resplandecía en todo su esplendor,  el pequeño pez esperaba ansiosamente la llegada de su acompañante nocturno, quería compartir con este la grandiosa vista que les ofrecía su gran amiga la Luna,  esperando a que este llegara comenzó a juguetear con ella, danzando sin césar, estaba muy alegre de que pasaría una amena y esplendida noche junto a sus mejores amigos… era feliz, no cavia de tanta alegría, sentía que su corazoncito explotaría de tanta felicidad que lo embargaba.
Mientras este bailaba, su acompañante hacia acto de presencia, quien al verlo danzar no pudo evitar comenzar a mecerse entre las lianas y a su vez danzar junto a este, parecía que ambos bailaban en un solo plano, se conectaban en cierta manera sus pasos, uno danzaba entre el aire y  el otro en el agua, acompañados de la espectacular  luz cortesía de su amiga la Luna… cualquiera espectador curioso que hubiera visto la escena hubiese quedado hipnotizado con esta, era una danza llena de amor y pasión,  transmitía un sentimiento que envolvía a su espectador, invadía hasta tus mas infinitos sentimientos, haciéndolos surgir a la superficie, el solo hecho de ver como ese par se conectaba y unía con un simple baile, era una muestra infinita de todo ese cariño y amor que se había acrecentado con el pasar del tiempo, la vida ahora había adquirido un nuevo significado para ambos, uno con la existencia del otro… un amor y amistad que traspasaba los limites de la razón,  pero eso no les importaba o impedía expresarse de esa manera, puesto que esa era la única forma en la cual se sentían uno al lado del otro, donde ambos eran acariciados por los rayos de la luna, ambos se compenetraban y dejaban su alma en ese baile…la armonía era una mezcla del susurro del aire y una suave brisa nocturna seguida del majestuoso sonido que ofrecían los grillos quienes se unían al alegre  baile y les daban una angelical música como muestra de su cariño.
Sus cuerpos se movían al compás de la luna que los acariciaba, era tanta la emoción que embargaba al pequeño pez que sintió la necesidad de quiere estar al lado del monito, en un acto sin pensar dio un gran salto, rompiendo con el armonioso baile, haciendo que el otro en un intento por atraparle entre sus brazos  perdiera el equilibrio y cayera.
-Por que lo hiciste-  pregunto confundido ocultando su dolor.
-Por que quería estar contigo-respondió débilmente, sentía como poco a poco se quedaba sin aliento, -Tú siempre vienes a mí, quería alcanzarte-
-Siempre quise tener la oportunidad de tenerte cerca pero ahora, mi corazón se parte al verte en mis brazos
Un silencio ensordecedor envolvió a los dos, toda esa alegría que los embargaba instantes atrás quedo como un recuerdo distante.

 Me perderé en la soledad
Eres prohibido porque así lo quiso el destino al momento de ponernos es diferentes caminos, no puedo hacer nada solo conservar tu mirada en mi mente y atesorarla. Nuestro intento, un amor que jamás será realizado, se ira como la suave llovizna que ahora nos cobija, mañana amanecerá y tu ya no estarás, pero  en algún lugar del universo nuestro amor se cumplirá. En Las noches la sombra de mi tristeza me acompañara mientras te busque en el silencio. Que hermoso fue amarte pensar que estaríamos juntos hasta el final, aun así tu recuerdo permanecerá en mi hasta el día en que nos volvamos a reunir.
-No se que hacer para sacarte de ese sueño que te aleja de mí- decía el mono sollozando.  
-Ya no lo podemos evitar- decía la Luna  -ahora su alma volara al cielo, nadara entre olas de nubes y  danzara entre la suave brisa otoñal.

- Gracias por tu compañía, la razón de mi día eras tú, gracias a ti mi camino dejo de ser gris, la alegría llego a mi, tu dulzura me acogió en mis momentos de soledad- Se escucho decir al pequeño pez entre sus últimos intentos por seguir viendo la cara de su amado compañero
–No hables- decía el mono, derramando pequeñas lagrimas dejando apreciar su lamentar. -Tú eres la razón por la que estoy aquí. Eres tú quien motiva mi sonrisa  -seguía diciendo, -Eres tú quien exalta mi amor.
-En tus ojos hay un mar en el cual quiero nadar y en  tus brazos dejo mi soledad. Me incitaste para mirar al cielo y nunca dejar que mi tristeza me embargara, muéstrame ese mundo en el cual quiero estar contigo por ultima vez.- Decía el pez casi en susurro  
-Nuestra alegría se aleja en cada suspiro que das, mi corazón permanecerá contigo, así como el tuyo esta conmigo, Él  único testigo de nuestra historia será esa Luna de que fuimos dos almas buscando compañía.- le dijo cariñosamente el mono, sin evitar derramar esas lagrimas traviesas que se rehusaban a desaparecer de su rostro.
-Mis lagrimillas se reflejaran con las estrellas por haber perdido mi compañía inseparable, por esos sueños que quiso alcanzar.- exclamo la Luna quien sonreía melancólicamente, escondiendo su pesar.
-Te debo mi agradecimiento, pues  lo apartaste de la soledad, yo iluminaba sus noches pero tú  llenaste su vida alumbrándolo con tu alegría, le devolviste la esperanza de seguir soñando...
La Luna llena con su cara de cristal quien solo observaba  sin poder abrazarlo, sentía que no había lágrimas que alcancen para la agonía de su sentir, quería reconfortar su pequeño corazón y hacerlo latir otra vez, pero ya era tarde… poco a poco el pececito entraba en un sueño profundo.
Temeroso y antes de perder a su acompañante nocturno le pidió a la luna un último  deseo, el cual esta le concedió... Pidiéndole que en su otra vida los volviera a unir, pero esta vez  en el mismo plano terrenal…
Con las ultimas fuerzas que le quedaban al pequeño, lo tomo y envolvió en sus brazos, elevándolo junto a él, balanceándose por primera y última vez juntos, sintiendo como el viento les acariciaba y les abría paso, poco a poco cerro sus ojos y su corazón dejo de latir… sumergiéndose en un hermoso sueño donde podía danzar junto a su monito, y al fin pudo sentir la libertad que tanto soñó, pero esta vez era mejor, pues a su lado estaba ese monito. Al fin ya no estaría solo… el pequeño mono cerro sus ojos mientras suaves lagrimas recorrían sus mejillas apeladas y se dejo caer entre la suave agua sintiendo como esta poco a poco inundaba su ser y lo envolvía entre ella… poco  a poco cayo en el sueño infinito y se dejo llevar por el suave arrullo de esta…
La luna consumida en su tristeza observo a los durmientes bañándose de la pequeña llovizna que en realidad eran las lágrimas de la profunda tristeza que la embargaba, los cobijo entre sus rayos de luz elevándolos y posándolos entre sus suaves mantos, resplandeciendo como nunca jamás, esperando a que despertaran de su profundo y largo sueño  y volvieran a unirse al compas del su baile, y que su amor se hiciese realidad…
Cuenta la leyenda que si miras con atención hacia la luna y hay una soledad embargando tu corazón, podrás observar como el pequeño pez nada sin césar entre la luna y como un pequeño mono se mece de un lado a otro sobre sus rayos envolviéndolos en el firmamento… pero no pierdas las esperanzas pues en un lugar de este hermoso plano terrenal esta esa persona observándote y esperando por ti…

 Si pides con el corazón tu sueño se cumplirá.
 Era una noche cálida de noviembre, él se encontraba observando maravillado esa hermosa luna que lo alumbraba mientras terminaba de leer su leyenda favorita, aunque tenia 25 años de  vida, aun guardaba esa ilusión sobre aquella maravillosa historia que su abuelita siempre le contaba… sonriendo melancólicamente se dirigió a su casa, no sin antes pasar por ese hermoso parque que siempre le llamaba la atención, rodeado de gente que pasaba por ahí, sobretodo por ese estanque en el cual se reflejaba la luna en su esplendor, quedando maravillado, siguió su camino sin prestar atención a sus pasos, y pasando desapercibido el sonido de la música por los jóvenes que se encontraban danzando ofreciendo un espectáculo a los transeúntes, chocando con alguien haciéndolo caer al piso, lo único que se escucho fue el sonido hueco de su cuerpo al caer, la otra persona sonreía apenado haciendo una reverencia en señal de disculpa, brindándole su mano para que este se  levantara…
-Los siento, no fue mi intención, dijo Con un ligero sonrojo por la pena..
-No te preocupes fue mi culpa por no prestar atención, dijo sin mas. Haciendo un tierno puchero y sobándose por el golpe,  haciendo que el otro sonriera
 -Estas bien, de verdad no fue mi intención, es que estaba muy emocionado, perdón, perdón de verdad.. Estaba realmente apenado por haber tirado al otro…
-De verdad no te preocupes, sonrió tierna y comprensivamente, sin decir mas retomo su camino dispuesto a irse.
El otro solo se quedo cautivado y perdido en esa sonrisa tan deslumbrante, viendo como se  disponía a alejarse, observo que un libro azul se le había caído…
-Oye amigo, se te callo tu diario… soltó juguetonamente con una enorme sonrisa grabada en su rostro, haciendo voltear al otro...
-No es un diario en un libro de leyendas, y gracias es mi favorito, me dolería mucho perderlo…dijo seriamente pero de cualquier manera el otro no pudo evitar esbozar una carcajada al ver al otro haciendo unos gestos muy extraños…
-Pareces un pez… te vez muy tierno... soltó descaradamente…
-Oye... Dijo el otro, ni siquiera me conoces y ya me insultas!... y es mas tu pareces un mono así que no me molestes…
-Perdón, pero si pareces un pececito, y mas con esas ropas, además parece un diario… contesto burlonamente.
-Pero al menos no  parezco un mandril vestido así… dijo fingiendo enojo, con un rubor inundando sus mejillas.
-No que era un mono, ahora soy un mandril… contesto fingiendo indignación, además que tienen de malo mis ropas, son para bailar así me siento muy cómodo…
-¿Bailar? Pregunto curioso…
-¿En qué planeta vives? ¿Qué no estas viendo que se esta ofreciendo un show de baile aquí? Le cuestiono 
-Ah, es que no me había percatado…Frunciendo el ceño -¿Tú bailas? Su curiosidad era más grande
-Claro, soy el mejor bailarín del mundo… dijo haciendo movimientos raros, provocando que el otro riera sin mas…
Comenzaron a platicar amenamente sin darse cuenta el tiempo voló, se comunicaban como si fueran amigos teniendo un encuentro casual, siendo un par de desconocidos que se acababan de topar…
-Por cierto mi nombre es Lee HyukJae.. Dijo el más alto con una sonrisa que al punto de vista del otro parecía traía tatuada…
-El mío es Lee DongHae, contesto el más bajito…
-Que casualidad somos Lee! Contesto confianzudamente el más alto…  Ven te invito a verme bailar pececito…
-Si, oye no me digas así mono feo… dijo con un puchero mas grande aun...
Y así se perdieron entre la multitud, sonriéndose el uno al otro… sin percatarse por la gran cercanía que sentían el uno al otro.

“Algún día nuestros caminos se unirán y nuestras almas se encontraran… ese día nuestro amor renacerá”…

Fin



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