martes, 21 de mayo de 2013

Daydream


Un silencio envolvió el lugar, un camino abriéndose a su paso, la luna brillaba con benevolencia acunando a los durmientes, la paz reinaba en aquel sitio, los rayos plateados iluminaban ese camino lleno de oscuridad, en un momento se sintió perdido, triste y desolado, pero siguió avanzando, sus pasos lo guiaron a aquel mar frente a él, anhelando el bello paisaje que se abría ante el, mágico y de ensueño, las olas iban y venían en un dulce y suave vaivén, casi podría decirse que mecían a los peces entre sus brazos, velando sus sueños e ilusiones, la arena se metía entre sus dedos enterrándolos en una manejable y tersa calidez, sentía una tranquilidad mecerlo y envolverlo aun más, sin saber, se sentó en la arena permitiéndose inhalar aquel aroma salado del mar, esa exquisita sensación de las olas chocando sobre sus pies acariciándolo gentilmente. 
El tiempo parecía detenerse y el no se había dado cuenta, se cuestionaba observando la luna que brillaba en el firmamento:

 -¿Donde estoy?... ¿Que es este lugar?... ¿Quien soy?

De pronto una sensación de perdida inundo su pecho, ese extraño sentimiento de que algo le faltaba no lo dejaba, miro al cielo contemplando aquella luna  miga inseparable, hipnotizándolo con su luz, sin percatarse  lagrimas comenzaron a caer sobre su rostro delineando sus mejillas...

- ¿Quien soy?, se volvía a preguntar, -¿Dime por favor?

En aquel basto mundo una soledad pero al mismo tiempo una calidez de familiaridad le invadió...

Perdido, así se sentía, pequeño y temeroso ante el mundo que se exponía ante el,  el porqué, no lo sabía, algo le faltaba y lo sabia, pero poco a poco sus fuerzas se iban, esa sensación se acunaba en su pecho, el desespero lo embargo, pero poco a poco seso.

Agotado, dejo su mente divagar, perdiéndose en esos recuerdos que le acometían, un rostro que no conocía, una sonrisa que anhelaba, una caricia que recordaba, pero, ¿Donde estaba?

Porque veía el mundo pasar ante sus ojos y el seguía ahí, inmóvil, esperando, viendo el sol meterse  y la luna asomarse, viendo su vida irse en un suspiro lleno de sueños e ilusiones rotas y vacías, su vida se iba de sus manos y no le importaba, eso que perdió ya nunca lo tendría, después de todo, ¿si no lo recordaba era porqué no le intereso? O ¿sí?

¿Pero, porqué quería tenerlo de regreso?
Porque sentía que sin ello nada valía la pena, el cansancio consumió su alma, la angustia de sentirse solo en ese sitio lo hundía minuto a minuto, acariciando las suaves olas con sus dedos largos una lagrima cayo al mar perdiéndose en el infinito.

- El día que la recupere, será el
día que vengas por mí. Y el día que deje de soñar. Ven por mí, despiértame de este sueño, no me dejes solo por favor, mi alma pide por ti…
Olvido recordarme… susurro al viento, sintiendo la suave brisa acariciar su cabello, cerrando los ojos escuchando la tranquilidad del mar, sintiendo esa brisa abrazarlo y susurrándole gentilmente al oído “no estas solo”

-DongHae… un susurro llego a su corazón, su alma vibro, cierta melancolía se removió inquietándolo, ¿Quién es DongHae?, debe ser alguien muy querido para que le vengan a buscar.

-DongHae… - se volvió a escuchar, observo a su alrededor pero no había nadie 

- ¿Quién eres? ¿Porqué le buscas?- Cuestionaba al aire escuchando el susurro de aquel nombre y aquella voz que removía su melancolía transformándola en calidez, inquietando su corazón.

-¿Quién eres?...- volvió a susurra viendo la luna reflejarse en el inmenso mar.
De pronto una gota de agua cayó en su mejilla, haciéndole elevar el rostro al cielo contemplando la luna que lo iluminaba mientras gotas de lluvia le bañaban.

-¿Vienes por mi?- cuestiono dejando que el agua bailara en su rostro.

-Pecesito, regresa por favor… -esa voz cargada de melancolía se escuchaba  a su alrededor, llena se sufrir y pesar, se preguntaba, ¿Quién era ese tal 
DongHae que esa persona buscaba?, ¿por que su voz se escuchaba cargada de dolor?


-¿Por qué nadie iba consolaba esa alma que sufría?

-Pero, quien te consolara a ti pecesito… susurro la luna iluminándolo por completo, mientras la lluvia seguía cayendo.

-No importa, sólo quiero ir con él.

-¿Aunque no le recuerdes?- volvió a susurrar

-Aunque no sepa quien es, quiero ir, por favor, déjame estar a su lado…- pidió.

-Esta bien, iras con él, crearas nuevos recuerdos, la vida te volverá a  iluminar, la soledad ya no estará en tu corazón, ve y se feliz, recupera tu tesoro… y nunca más permitas que nadie te lo arrebate… ve mi pecesito, deja esta soledad en este inmenso mar y sal a nadar al mundo, abandona los sueños y cúmplelos.

-Yo cuidare tus recuerdos, para que él día que encuentres tu tesoro, regresen a ti, tu alma nunca olvidara, solo dormirán y cuando estés preparado para amar, ese día tus recuerdos regresaran, pero hasta que no llegue ese ser especial, tus recuerdos se quedaran  en este inmerso mar, nadando y esperando por que vengas por ellos, así que no tardes, ve y deja de soñar...

La lluvia siguió cayendo y un rayo ilumino el firmamento, cegándolo con su luz  mientras un estruendo trueno retumbo en aquella tranquilidad, ofuscado cerro los ojos y espero a que la luz le dejase ver, encontrándose con un ser de sonrisa radiante, aquel rostro, ¿donde lo había visto.

-Despertaste... le sonrió y observo como las lagrimas recorrían sus mejillas, una calidez lo embargo al escuchar aquella voz y esa sonrisa le hizo palpitar el corazón de alegría, ¿porque? no lo sabia, pero lo descubriría...


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